viernes, 24 de octubre de 2008

Definitely pas de orietur

Supongo que sí, que ella tenía razón y que soy un idiota. Hoy y en este momento, sábado hacia las 0:58 hs, reafirmo la promesa que me hice hace un rato: buscar sonidos nuevos. Hoy que mis amigos han salido, hoy que no los he acompañado por trasnocharme con las curvas y el mercado, hoy que estoy solo, aquí, junto a mi Trapiche, y apenas la nube comienza a cristalizar, apenas ya, esa levedad que tiene tanto de nostalgia, y que tengo ganas de fumarme un cigarrillo pero pereza de levantarme y dejar de escribir, hoy y aquí que me aguanto las ganas de bajar por un pedazo de pizza de puro frívolo, que me atiborra un cansancio sin sueño, hoy, hoy. Basta ya.
Dios, soy tan estúpido.
Pero me he prometido no pensar más. Abandonar mis pensamientos, dejar que se pudra la imaginación. Simplemente seguir bebiendo simplemente. Simplemente. Sencillamente.
Ya mañana reanudaré la marcha, la maquinaria se encenderá otra vez y arrojaré luz sobre nuevas materias. Pronto cristalizarán; pronto podré escribir.
Sí: eso. Escribir, y dejar que el mundo arda en llamas.
Claro que tengo una cuenta pendiente. No lo he olvidado. Deseo saldarla. Me muero por saldarla, o por morir en el intento. Deseo acabar con toda esta farsa de una vez. Ser un maldito hombre por una vez en mi vida.
Pero no regresemos. No.

* * *

Hay una caravana de animales de lujo desfilando on a daily basis. Su vida es caminar y no ven más allá de sus pies. Tampoco lo necesitan: otros ya lo harán por ellas.
(Qué belleza más aburrida. Y pensar que hay chicas que las envidian.)
Hay también fantasmas fanáticos del béisbol que merodean con una Bud en la mano. Merodeo sin fin: te levantas temprano, tarde, y siguen allí.
Hay talismanes cuyo brillo es como un golpe al narcisismo del género humano.
Hay boludos y pelotudos, con los testículos del tamaño de un globo terráqueo.
Hay viejos arruinados por el alcohol, cuya risa es como un visión del espanto.
Hay gazmoños cuya inglesidad es mayor aún que la de los propios ingleses.
Hay putos del Norte, hay putas del Oeste.
Y atalayas oceánicas con tendencias caninas.
Y estoy yo.

Qué cagada. Supongo que el spleen es inevitable.

* * *

Sí, sí, ha sido un error. Es obvio: me doy este espacio para reflexionar por última vez. Supongo que hay errores que no se pueden enmendar. Yo tengo que cumplir con mi cuota, sin embargo. Lo pactado no habrá de ser eludido. ¡Desde luego que esto se ha vuelto un asunto mío, sólo mío y de nadie más! Pero mírate, huevón, ¡mírate! No apelaremos a nuestra latinoamericanidad; el servilismo es materia universal de análisis. ¡Mírate, te digo! Ha sido un error, todo, un gran error desde el principio. Ahora que hundo los pies sobre el fango, ahora que mi corazón es como una metáfora freudiana, ahora que en algún lugar de Buenos Aires, de esta ciudad de mierda, un torrente de sensualidad desborda los anaqueles y empaña las botellas ajadas de Fernet. Ahora que.
Pero ya. Pongamos punto final a esto. Y luego, move on.

* * *

Sonetinno nel giardino

Trapiche, del espanto en guardavela
de furtiva ceniza y pálido oro,
sueño núbil que hechiza, ¡yo os imploro!:
¡guardadme, vid, que la piel los encela!

¡Fustigad vuestras vanas entelequias!
Del placer siniestro el alma se jacta,
pues la paradoja ha trazado el acta
con sangre vírgen de setenta acequias

siete, ardiendo su goce profano:
"Padeceréis vuestro éxtasis en llanto"
¡Esto, señores, es placer humano!

Y ésta su gracia, su inmutable encanto.
No me privéis, pues, alcohol lontano,
de esas miserias, ¡licor sacrosanto!


* * *

Sí. Eso. Todo eso.

No hay comentarios: