martes, 9 de febrero de 2010

Quiero tomarme un momento de esta noche insomne que hoy me ha tocado sufrir para decir que odio (lo escribiría con CAPS pero este no es, digo, al menos no totalmente [¿no te diste cuenta de que no hay faltas ortográficas?], un blog de colegiala histérica), decía, ODIO (al carajo) a la gente de mi facultad, la odio democráticamente y a priori, sin distinciones de raza o género, sexo o edad, sin siquiera distinguir entre personas que conozco y que no: les arrojo mi odio, ¡oh condiscípulos!, como un huayco de nieve postergada que llega a cobrarse su merecida venganza. Los odio porque se creen inteligentes, porque son inteligentes, porque son bestias, porque escriben huevadas, porque tienen conversaciones literarias, porque tienen buenas ideas, porque tienen ideas de mierda, porque se ríen, porque son demasiado tímidos, porque le besan el culo a la pelirroja profesora, porque el profesor los bota de su clase por mala conducta, porque hacen ruido, porque son excesivamente silenciosos, porque son freaks, porque son gente normal, porque son buena gente, porque entre sus libros favoritos figura Rayuela, porque son fanáticos de Federico Andahazi, porque ven cine francés, porque les gusta Amélie, porque escuchan Mozart, porque bailan salsa, porque fuman Marlboro rojo, porque sueñan, porque tocan en bandas con nombres obvios, porque saben cuántos bemoles tiene la escala de Fa mayor, porque han visto El Séptimo Sello, porque leyeron alguna vez Mafalda, porque se tomaron una foto junto al Obelisco en Baires, porque leyeron o no la biografía de Rimbaud escrita por Starkie, porque están escribiendo su tesis, porque sacan mejores notas que yo, porque jalaron Latín 1, porque no tienen ganas de invadir Polonia cuando escuchan el Vuelo de las Valkyrias, porque escriben en las máquinas de escribir de sus antepasados, porque les gusta Glee, porque se enamoraron de un europeo, porque no se enamoraron de un europeo, por no entiendieron alguna frase de alguna novela de Milán Kundera, porque se durmieron en un concierto de la Sinfónica Nacional, porque tuvieron sexo sin condón, porque han visto todas las películas en las que actúa Seth Rogen, porque leyeron a los catorce los Cantos de Maldoror, porque han fundado una editorial, porque alguna vez sus senos me han hechizado en medio de un examen de Teoría, porque tienen los dientes torcidos, porque usan cepillos Oral-B, porque nunca han salido de Lima, porque se comen las uñas de los dedos, porque leyeron con regocijo algún artículo de González Vigil, porque saben tocar guitarra, porque perdieron el bloqueador en Máncora, porque conocieron a Gisella Ponce de León, porque aspiraron una línea de coca en Barranco, porque usaron calzoncillos amarillos para año nuevo, porque tienen un pajarraco y nunca leyeron Un corazón sencillo de Flaubert, porque llevaron algún seminario con Mario Montalbetti, porque me conocen, porque me entregaron copias mal redactadas, porque sus poemas son cagones, porque gritaron en un partido de Sport Boys, porque en secundaria algún profesor los señaló y les dijo "Fulano será poeta" mientras la clase volteaba a mirarlos, porque se tiraron un pedo en clase de educación física en el colegio, porque besaron a sus novias en la nariz, porque usan piercings, porque saben el significado de la palabra 'elated', porque tienen una botella de vino Trapiche en su sala, porque ahora mismo hacen el amor con alguien, porque son vírgenes, porque tienen blogs, porque leen la columna de Giacosa en Perú21, porque masticaron grama de puro aburrimiento, porque alguna vez alcanzaron el menú económico en cafetería central, porque les gusta el blog de Iván Thays, porque no se aburrieron viendo alguna película de Antonioni, porque no fugaron con el rabo entre las piernas cuando un grupo de argentinas discutía en una librería las aliteraciones de los títulos de los libros de Jane Austen, porque no se acostaron con una neozelandesa, porque usan Old Spice, porque vieron más de veinte minutos seguidos de El especial del humor, porque usan sport-jackets, porque el usan el reloj en la muñeca derecha, porque Víctor Vich les cae bien, porque se sobrecogieron escuchando la Novena, porque orinaron en algún parque, porque usan resaltadores de más de tres colores en un mismo texto, porque conocen la filosofía de Thomas Kuhn, porque alguna vez escucharon el programa de Dolina, porque visitaron Londres, porque saben al menos un verso de memoria del libreto de Las bodas de Fígaro, porque le gritaron a alguien y luego rompieron en lágrimas, porque se miran al espejo todos los días, porque escribieron algún poema maravilloso, porque escriben poemas, porque no estudian algo más productivo, porque alguna vez vieron camino a Cieneguilla una placa con tres números ocho en ella y no se preguntaron si el destino les señalaba aquel día como el de su muerte, porque escucharon algún disco de Slayer, porque se enamoraron de una mujer con un nombre inventado, porque tienen más de diez soles en la cartera, porque hablan fluídamente el alemán, porque les gusta Neruda, porque tiene elepés, porque alguna vez les picó un zancudo en el meñique del pie derecho, porque se mordieron la lengua comiendo ravioles, porque vieron la misma primera edición de Portnoy's Complaint en Corrientes y tampoco la compraron, porque lloraron en alguna plaza, porque comen arroz integral, porque atraviesan Canadá cuando regresan a sus casas de la universidad, porque si les recito "Groucho with his movies trailing stands alone with his punch line failing" saben de dónde proviene la cita, porque leyeron con fervor Adán Buenosayres y se les ocurrió que la 'y' del apellido era por "ay", porque han leído algún libro de José María Arguedas, porque alguna vez se corrieron dentro de alguna chica que no amaban, porque conocen la película Jay and Silent Bob strike back, porque alguna vez tocaron en un piano Steinway and Sons, porque tienen un perrito ladrador, porque les gusta Mallarmé, porque colecciones chapitas o boletos de micro, porque alguna vez se quebraron algún hueso, porque le echan mayonesa al hot-dog, porque vieron completito el documental de Woodstock, porque anotaron al márgen de un libro de Deleuze, porque lloraron al escuchar la Traviata, porque nunca tuvieron un orgasmo, porque alguna vez quemaron un muñeco en fin de año, porque usan sostenes negros, porque les rechazaron una flor, porque los hicieron callar en una conferencia, porque escribieron un cuento con un protagonista llamado Aníbal u Orlando, porque les gusta Serú Girán, porque tienen el disco Montand chante Prévert, porque tienen una biografía del Che en sus bibliotecas, porque les gusta el caramelo de limón, porque usan zapatos de charol, porque quieren que la Teta gane el Oscar, porque usan aerosol en sus casas, porque tienen laptops, porque dijeron alguna vez la expresión "me cagué en la loma del orto", porque no saben cuándo decir basta, porque usaron en primaria borradores de papa, porque tomaron sopa en verano, porque en el baño tienen papel higiénico con dibujos de perritos, porque vieron caer una gota de rocío y pensaron carajo, cómo me gusta Chopin.

Y ya. Pero a mí me caen mal muchas otras personas, también...

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