lunes, 26 de mayo de 2008

Petit-post (léase como "petipán")

Siempre con deseos de degradarme un tanto metafísicamente (qué palabra más pesada), reemprender una que otra lectura, aprender teoría musical.
Y siempre, pero siempre, con una libido como animal permanentemente al acecho; como, digamos, una salamandra en medio del desierto de Sonora. Aunque, quizás, aprendiendo a aceptar esa parte de mí. O no.
(Je voudrais parler longement de mes sentiments et ce type des choses, mais je me trouve toujours incapable de le faire. J'ai pensé d'en parler en francais -puisqu'il serait plus indiférant, je n'en sais pas-, mais c'est tellement snob... oui, je m'hais moi-même, aussi.)
Leyendo, a razón de 20 páginas al día, El retrato de Dorian Gray, por primera vez en mi manceba existencia. Siento que cada libro que tomo al azar tiene de alguna manera u otra relación con la amoralidad y el hedonismo. Pienso en mi pequeño volumen de Blake, en Nietzsche (aunque a éste lo conozco más bien de oídas), en Kant, en Schopenhauer, en Rimbaud. Carajo, pienso en todo lo que me rodea. Basta con prender la tele y sintonizar cualquier serie gringa (y por hiperhomogeinización -¡qué palabrita!- todo lo que da en la tele): de médicos a policías, de profesores a alcohólicos, de putas de reality a niños pubertos: cualquier clase de personaje se reduce a si éste is getting some o no. Carajo, basta con prender la puta tele. O apagarla e ir al teatro a ver Misericordia y soplarse diez minutos de una conversación que versa sobre las consecuencias psicológicas de hacerlo demasiadas veces en la pose del perrito. Uno pensaría que con tanta libertad e irreverencia y open minds la cosa terminaría aburriendo, pero no. Shame on me por siquiera pensarlo. Ya. Basta de quejarme. Quisiera parecerme al adolescente de Dios les conserve la alegría, caballeros, homosexualidad aparte. O volverme el ser más indolente de la Tierra. Como lo segundo es más fácil, ¡ea!
Prometiendo aquí en este mismo instante (aunque no sé qué importancia pueda tener) que, apenas termine la traducción y subtitulado de Tristan -cosa jodida y absurda, pero muy linda-, empezaré la redacción de una pequeña comedia que tengo bosquejada en mi cabeza. Pensaba escribir una huevada idiota y real y visceral con efectosespecialesmuuuycheveres (es decir no pero sí) pero no le encontré al final ninguna gracia y ya me pregunto si es una nueva victoria de mi manía de no acabar nunca las cosas heriditaria o innata y a la mierda y ya
Recordando una frasecilla que escribí para mi tarea de francés: "Nous avons bu trop de champagne, donc nous avons couru nus dans la rue." Jajajaja. Soy un perfecto imbécil.
Riéndome con el nick de un amigo: "Soñar no cuesta una mierda".
Y la hora Inca kola: 01:59. Eso me da cuánto, ¿5 horas y 30 de sueño? Qué tristeza. Al menos la vieja se dio por vencida y el perro dejó de aullar. Hurra por ello.

4 comentarios:

AZzRaeL dijo...

Estamos de acuerdo en algo: eres un perfecto imbécil.

mestanza dijo...

Y tú un grosero, Fernando. Si no te gusta mi blog, no entres. Nadie te invitó, de todas formas.

AZzRaeL dijo...

JAJAJA

¿Qué tienes, oe?

mestanza dijo...

JAJA, sí, ahora que lo releo, eso sonó como respuesta de niño de 6 años. Mierda, tu insulto me agarró en un mal momento. Te juro que estaba con los nervios a flor de piel. Aunque ya se me pasó. Debí haberte dicho algo así como que si me quieres insultar, al menos hazlo con más gracia, o algo por el estilo. Pero bueno, sabes que estás siempre invitado a insultarme como se te dé la gana. Total, al final siempre tienes razón, aunque queda mejor que yo me ocupe de mis propios insultos.