lunes, 13 de septiembre de 2010

Yo ya no sé qué creer sobre el proceso o la misma razón del acto de escritura. Por ejemplo, ahora me parece que escribo tan sólo para 'procrastinar'. Pero también porque Duele, y yo ya he olvidado cómo es sentirse bien del todo.

Ni siquiera los mejores amigos de uno (esos que uno cree que podrían descifrarlo casi enteramente) son capaces de ver, de sentir eso que está allí en una esquina ocupado en exclusivo de doler.

Tan vulgares pueden parecer. A uno se le agotan las esperanzas.

Entonces algún espectro del pasado, amordazado con el deseo propio, es conjurado para posarse frente al espejo de uno. Eso es literatura.

Como una fotografía vacía, o un murmullo inteligible. "Estática".

Pero siempre es el uno con pretensiones de pluralidad. Y lo que hay en medio del Deseo y lo deseado.

Todas estas cosas ya se saben. Mi sopor apenas parece acabarse.

Como un acorde suspendido en cuarta, insoportablemente suspendido en cuarta para siempre.

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